En el Barroco
español la teatralidad, la implicación del espectador en la obra, la emoción y
el sentimiento, son notas dominantes, que se acentúan en la creación de los Pasos Procesionales que responden como
ninguna otra tipología a las doctrinas derivadas del Concilio de Trento, contrarreformista.
Las imágenes que
vemos aquí forman parte del Paso para la Cofradía de las Angustias de la
Piedad. Se trata de un grupo escultórico, de bulto redondo, formado por la
Piedad, es decir, la Virgen María con Cristo muerto sobre su regazo, con los
dos ladrones: Dimas, el buen ladrón, que mira arrepentido al centro, a Cristo,
y Gestas, el mal ladrón que tuerce la cabeza hacia el lado contrario de
Cristo.
A estas 4 figuras
les acompañarían María Magdalena y San Juan, completando la composición.
En esta obra vemos
las características propias del estilo de FERNÁNDEZ: ruptura del equilibrio
clásico en la representación de la Piedad (abre los dos brazos y no solo uno -
distinto de la de Juan de Juni, por ejemplo), diagonal acusada que genera movimiento,
dinamismo e inestabilidad que contribuye a resaltar la angustia del momento.
Naturalidad en las
expresiones, realismo en la anatomía, pliegues ampulosos y plegados que generan
claroscuros. Policromía que contribuye a resaltar la expresividad y viveza del
hecho religioso, que pretende ser más cercano al fiel: snagre, heridas, rostros afligidos...empleo de postizos...
Las imágenes que aquí vemos son de las tallas que
hoy encontramos en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.
Además podéis ver en la Semana Santa de Valladolid, declarada de Interés Cultural en 1980, muchas de las tallas de Juni, Fernández, Francisco Rincón...un auténtico museo en la calle.
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